lunes, 28 de marzo de 2011

El polvo que se creía espuma.

De repente todo tipo de voz, es real, y retumba en mi mente
De repente no hay conciente a la derecha sin clavarme un puñal
De repente yo consigo verte en la oscuridad
Y alejarme sin pensar, porque persigo la felicidad.

Ojos convertidos en sismos voluntarios para hacer sangrar
Los que caemos siempre somos los mismos...
Aquellos que nos ahogamos en busca de la verdad

Los de pupilas de luna
Los de papilas de uva
Los de oídos de melodía
Los de manos de espuma
Los de olfato de sabiduría
Los que intuimos que somos lo que soñamos.



Buscamos todo el tiempo buscar
Y después nos quejamos de no poder dormir.
No nos cuesta confiar mientras nos caemos
Ni tampoco dibujar algo que después no podamos repetir

Creemos en las intuiciones, pero creemos más en las visiones
Nos permitimos todo el tiempo tener ilusiones cuando perdemos
Y a nuestros constantes extremos los dominan las canciones.

Sabemos que todo lo podemos conseguir
Porque es algo innato de un cineasta
Saber distinguir entre el "¡Corten!" y el "¡Basta!"

Somos los que vemos una píldora y te decimos marca y made in China
Somos a los que no les queda nada en la cima más que un mínimo de paz
Somos los que se quitaron el disfraz en la última nevada
Y somos los que se molestaron cuando la ganadora quedó acomodada.

Tenemos que cerrar los ojos e imaginar un poco más
Tendríamos que poder mirar lo que queramos crear
"Tenemos, de ahora en más, que ponernos las pilas y aprobar
Porque mañana sino vas a salir a robar"
Y el sistema me volvió a aspirar.

Yo me quería ver manos de espuma cuando en realidad era de polvo....
Creados para ser el morbo de ese adicto que nos quiere en su cerebro
...ahora, me pregunto...
¿Cuánto tardaré en regresar y volver a verme plenamente aunque en el fondo me quiebro?

domingo, 27 de marzo de 2011

Número irracional de abecedario.

Me encantaría un día contar todas las grietas de una pared rota,
...las ondas de un río, o su ruido...
Y querría que estés detrás aferrado a mi cintura
susurrándome que tenga paciencia y agitándote en mi oído.

Me encantaría ser la yema de mis dedos cuando se muere de curiosidad por tu anatomía.
Que me aprietes mi cara contra tu cuello pensando "sos mía"
y que aquella se convierta en una de ésas verdades que te repetís para estar satisfecho.

Me encantaría quedarme acá en tu pecho moviéndome por tu latido,
dar un suspiro y después mirarte...
para que con la pupila mojada me digas todas tus intenciones
y aún así yo sea capas de admirarte.
Aprender día a día de todas tus emociones,
y que vos llegues a entender al menos una mía.

Los telones que se abren de noche y se cierran día.
El tres, uno, cuatro...infinito...
que con tu sangre latiendo me crea nuevos mitos
que se convencen de estar fingiendo
para nunca perder el apetito.

La no-mirada, desenlace del suspiro anterior
La inoportuna necesidad de triplicarte (o más) para las tantas mujeres de mi interior.
Mi latir en tu pulso y tu pulso en mi yugular.
Tu respiración dándole un alivio a mi espalda (ya cansada de nunca poder sanar)

Quisiera ser la suavidad que existe en este roce repentino e inevitable.
Que el mundo evidentemente vulnerable anhele ser mudo tras este experimento de sonidos.
Y que podamos estar unidos pero cada uno en su impermeable.

Este no que finalmente si, o el sí, que después más si.
Tu contraluz tan perfecto...que a veces duele dulcemente
este temor a la corriente mientras camino directo por la soga de tu simetría
Y tu rebeldía de moverme, pero si ves que caigo...tirarte y sostenerme.

Tu energía tan cercana gritándome al oído,
sonido que puedo permitir que se entrometa en mi lío, a veces confundiéndolo con un demonio
quien genera este insomnio que sólo sabe dormir una cosa:
es peligrosa y sobre todo asombrosa
esta obsesión de quererte sentir...mucho más allá de lo que comúnmente me suelo permitir.

martes, 22 de marzo de 2011

La piel de él.

Ella estaba encantada de conocerte, más que encantada… estupidizada, convertida en una completa imbécil.
Ella te acarició el pelo mientras hacías lo que tenías ganas de hacer.
Ella te miro por horas, como queriendo grabarte en sus ojos, para volver a verte cuando no estes más a su lado.
Estaba muy encantada de conocerte, después.... muy enojada y disgustada, y ahora...
~
Ella está sentada al lado tuyo con esa mirada que no tiene fin,
Ella se pregunta "¿Cuánto duraré? ¿Cuánto tardaré en correr a vos...de nuevo?"
~
Ustedes tomaron ese silencio que rompía cristales...y...se sentaron de espaldas uno con el otro.
Ambos mirando a una pared contraria...ambos con esa gota de sal en la mejilla.
~
Ella sueña con ponerte en pausa, frenarte durante unos minutos,
Observarte quieto, en una silla con los brazos a los costados, absolutamente inmóvil.
Ella muere por aspirar con su boca todas las palabras que nunca decís...
Inmovilizado, a ella no le pareces extraño...te observa igual que todos los días.
Si así te quedaras no notaría la diferencia...ELLA no.
¿Por qué con ella sos así? Con ella, que es la única que ve lo que sos y no lo que decís ser… ¿Será, justamente, por tu tendencia al masoquismo?
~
Ella se paró y te miró con esa mirada que siempre te da, para hacerte saber, que NADA sabes de ella.
...y lentamente… se fue, "me encantaría ser yo"... te dijo
..."me encantaría ser tu insomnio"
y la puerta se cerró... de a poco.
~
Él tenía sus ojos ahogados y dementes, que no paraban de verla a ella en su cama...
A ella... que acababa de irse.
No dejaba de escuchar su risa en aquellos momentos que ambos podrían haber muerto de puro éxtasis.
Él sintió esa sobredosis de buenos recuerdos que derrotaban completamente todo lo sobrante... todas esas idioteces que él había convertido en catástrofes
Él simplemente se sentía bien a su lado, pero no era suficiente, nunca era suficiente
Él NO PUDO hacer nada..."No puedo mirar atrás" se repetía..."No puedo hacer más que quedarme y recordar"
y se acarició ESA piel, como ella siempre hacía mientras le observaba detalladamente cada poro...
~
Él lo pudo superar
y Ella muere por estar ahí una vez más, ella muere, y siempre morirá...por la piel...de ÉL.