Interpretación mía de ""Wish you were here - Pink floyd."
posible guión de pseudopelícula.
[Shine on you crazy diamond (Part I - V)]
Estoy despertándome, en una cama y con una persona desconocida. Hay cigarrillos apagados en el colchón y un vaso de whisky casi vacío en el escritorio. Miro a la otra persona totalmente… destruida más que dormida, consumido por una vida que simplemente está mal. Me miro al espejo y me veo exactamente igual...con rasguños en los brazos y quemaduras de cigarrillo, con los ojos tristes y las ojeras profundas, tocándome la cara con mi temblorosa mano, y la lágrima que cae. Me doy vuelta y me dirijo hacia una ventana que estaba al otro lado de la habitación, observo desde el segundo piso a los coches pasar lentamente. La gente caminando, titilando…se apagan y se encienden sus luces…como si aquello demostrara una tendencia a “Cambiar su vida pero no, cambiar su vida pero no, cambiar su vida pero no.” Ninguno permanece estable, ninguno definitivamente se apaga o definitivamente se enciende…todos están titilando constantemente.
De repente se enciende una luz en todo mi cuerpo, y me miro los brazos sin entender por qué tengo tanta luz. Miro a mi alrededor… todo se vuelve más entendible, más claro… entonces empiezo a bajar, corriendo las escaleras. Así, como estaba, en ropa interior, con una remera larga y rota, mi pelo despeinado, mi pintura corrida…corriendo y empujando a la gente, sin parar… a toda velocidad.
Veo a lo lejos un barrio más solitario, una calle tranquila con calles pequeñas. Me siento en un escalón, me miro los pies…lastimados de tanto correr en la calle. No pasaba absolutamente nadie, solos, el asfalto… y yo. Entonces…tildándome con la nada…miro el cielo, notando que…las nubes NUNCA se quedan quietas. Notando como NADA nunca se queda quieto… ¿Qué pasaría si frenáramos aunque sea UNA vez? Si nos tomaríamos una pausa universal…no sólo la humanidad… si el TODO se frenara un segundo ¿Qué se sentiría? ¿Qué pasaría?
Cuando corremos y frenamos…todo cambia… ¿Qué pasaría si el mundo también dejara de moverse? Dicen que el movimiento del mismo es casi imperceptible pero quién te lo va a asegurar si nunca nadie vivió lo contrario…
Empecé a caminar para otro lado mirando el piso, lentamente y pateando colillas de cigarrillo, los hombres me dicen de todo como si fuera una puta, como si quisieran llevarme a su cama con pura lujuria y yo con ganas de vomitar. Tengo esa sensación de haber vivido demasiado, demasiadas cosas para tan poca edad. Los miro y me doy asco, porque caí en ciertas trampas de aquellos, porque los deseo y no voy a poder dejar de hacerlo jamás…pero sin embargo mis experiencias me dan asco… ¿cómo hacer para no vomitar frente a un espejo?
Me acuerdo aquellos antiguos días, cuando no eras así, cuando todo era ingenuidad…y daba vueltas en un parque lleno de flores amarillas… todo estaba bien. Ahora algo se manchó, pero yo tengo siempre la elección y podría seguir brillando si así lo quisiera…porque ahora estoy brillando…PORQUE TODAVÍA PUEDO BRILLAR. Mi mente decidió por mí, y ahora veo las cosas como las tendría que ver. Una persona valiosa es aquella que cayó demasiado para luego levantarse, aquella que vio y se complicó demasiado…para luego entender que las cosas son más simples.
Llego a mi departamento, entro y veo todas mis paredes escritas, las botellas rotas, la ropa tirada… Noto cómo había perdido mi cerebro en cada frase escrita en la pared, aquello que tuve que escribir para no olvidar: cada viaje a la luna, cada mentalidad dormida… por sueños que están vacíos.
¿Qué me llevó a aquello? ¿Qué me lleva todo el tiempo a autodestruirme? Tanto por lo que busco en mi vida, por lo que elijo, lo que deseo… lo que rechazo. Hay pedazos de vidrio en el piso, pero puedo despedirme de aquello…porque ahora que puedo ver todo como es… ya no tengo que romper espejos.
[Welcome to the machine.]
Miro a la calle y veo a todos con sus trajes y sus portafolios, veo las puertas abrirse y cerrarse, y los ascensores, automóviles, colectivos. Los edificios, el humo, las fábricas.
Y me miro en ese pedazo de espejo que quedó mágicamente pegado a la pared, con ruptura pero NO total…y sé… que me están dando la bienvenida a la máquina.
Mi imagen cambia, de repente estoy con traje, el pelo recogido y una sonrisa enganchada con tornillos en mis mejillas…mis ojos tristes…la lista con las futuras acciones de mi vida ordenada alfabéticamente y para el resto de mi vida… y ninguna otra opción… siento que no tengo otra opción…ellos me reclaman, me esperan.
Bajo las escaleras hacia el mundo otra vez (aunque me da pánico cada vez que salgo) con miedo a que se den cuenta que no soy parte de ellos…que vean que no tengo su chip mental y logren absorberme.
No veo más que tristeza en los ojos de mi alrededor, aquellos tornillos sosteniendo sonrisas nunca jamás verídicas.
Entro en ese trabajo, aquel que prometí toda mi vida no ser parte. Veo como la gente en éste lugar tiene sus pensamientos negros pero sin embargo se dicen palabras blancas entre sí. Y se miran…como queriéndose demostrar odio…pero sin poder hacerlo, como si estuvieran en una jaula constante de sus propias personalidades, creencias y querencias, como si jamás pudieran ser uno mismo. Pero siempre, una y otra vez, me dan la bienvenida a esa falsedad, a esa careta, todo el tiempo me dan la bienvenida, cada día de mi vida dedicado a eso…a una actuación… pero… ¿hacia qué?
¿Vale la pena entregar toda una vida a la nada? ¿O vivir lo que el cuerpo aguante al ‘todo’? ¿Vale más lo prolongado…o lo perfecto? ¿Qué vale más? Elegir una vida así sería como… elegir un novio del cual no estoy enamorada pero como es algo seguro y me quiere “me conformo” y actúo sentimientos que no tengo, simulo un agrado que no tengo. Vivir una vida así sería como querer vivir mil años una nada, antes que vivir TODO un segundo.
[Have a cigar]
Me subo al ascensor, salgo de ese horrible lugar…y lo veo…entre la multitud…lo veo…TAN desubicado como yo. Y me está mirando porque somos en el lugar los únicos que brillan, todos nos miran sólo a nosotros. Y ahí es cuando empieza nuestra historia.
Nuestros labios se vuelven adictos el uno al otro, adictos a la adrenalina y el placer que sentimos en este día, en este momento…y no nos importa nada más. Somos adictos al sentimiento, al presente… nos queremos conocer, queremos sabernos, tocarnos, y ser uno. Tenemos el mejor sexo de toda nuestra vida, la conexión que nunca, jamás voy a volver a tener, NADA se va a poder comparar jamás…y no me importa más nada. Nos sonreímos…juntamos nuestras sonrisas como queriendo unificarlas, el aliento de él pasa a ser el mío, y el corazón se me sale del cuerpo. Es todo lo que siempre quise, acá, en un segundo, en un instante. Con su piel cálida…tan distinto a todos, no le importa… no le importa nada. Me hace todos sus juegos…y ya jamás podría deshacerme de él.
Cuando todo termina nos miramos, atónitos… sabemos que finalmente es real, y no puede existir mayor perfección. Salimos agarrados de la mano, corriendo y riendo de todo y de todos, ya no estamos solos…y si nosotros pudimos ¿por qué el resto no? Nos sentamos al lado de un árbol…y la noche nos encontró con nuestras manos entrelazadas.
[Wish you were here]
A la semana… él cometió un acto horrible en mi presencia con otra mujer, como si su mundo no fuera como yo habría creído…como me hizo creer él que iba a ser…nunca me avisó que así sería. Me quedé en mi casa, tildada, mirando la televisión y el lugar vacío al lado, y yo le creía, en verdad le creía, pero ya no sé qué más poder creer, no entiendo por qué todo cambió de blanco a negro en UN segundo. Cuando pensé que mi presente podría ser perfecto, y que yo podría ser lo que él buscaba…todo cambió y… y ni siquiera sé si él está apenado por eso o no. ¿Qué sabrá él de mis lágrimas?… aunque quizás esté arrepentido…
Estamos los dos mirando el teléfono, queriéndonos llamar pero sin saber que hacer…ambos exactamente iguales. Yo decido que el mundo me había pateado demasiado y había perdonado demasiadas cosas como para poder hacer una excepción con la persona que más feliz me hizo en mi vida. Entonces lo llamo… “Cómo desearía que estuvieras acá” le digo…
[Shine on you crazy diamond (Part VI - IX)]
Y su respuesta fue su sentimiento… me explicó su mente, lo entendí, me entendió y supimos… que ese silencio que ahora se había generado nos conectaba las almas de nuevo…nos hacía UNO de nuevo. Teníamos miedo… porque estábamos unidos teniendo todo lo que queríamos pero había un color y una sombra como si hubiéramos caído en una especie de trampa. En verdad la ese sentimiento de “Trampa” era lo que el miedo contaminaba al TODO.
Me acerco hasta su casa, toco su puerta y ahí está, tan perfecto como lo recordaba, sin poder parar de besarlo, siendo esclava de nuevo de su piel, de su realidad o ficción pero…de su ser. Cuando una persona decide tomar el camino de los excesos…nada tiene un gris, nada en mi vida lo tiene. Mis elecciones escriben el guión de mi vida… todo el tiempo estoy eligiendo, y…decido estar con él. Ya sea hoy con sol, o mañana con frío y lluvia. Somos eternos, somos un ciclo, somos infinitos. Somos los años que queremos vivir, somos la vida que queremos tener. Sos la suavidad…la sanidad…y la locura. La rebeldía y la adolescencia eterna, sos mi futuro hecho presente, mi sueño hecho realidad.
Los labios no se quieren desunir, se besarían para siempre “¿y si es el último segundo que te tengo?, si todo vuelve a cambiar… ¡si todo vuelve a sorprenderme! Yo te quiero conmigo, no… ¡no te vayas!” Le agarro las mejillas, él me imita… y no podemos, es imposible, IMPOSIBLE dejarnos de lado. “¿Y si éstos ojos no me vuelven a mirar?, si estos párpados no se vuelven a cerrar frente a los míos…o si tus pestañas no me vuelven a hacer cosquillas de nuevo. Si tus dientes no vuelven a morder mi labio inferior, si las yemas de mis dedos no acarician más tu pelo, o tus brazos no me vayan a aferrar nunca más tan fuerte como siempre lo hacen. Como si fuese el último segundo que nos vamos a vivir, el último minuto que nos vamos a besar…como si fuese nuestro primer y último beso.”
Decidimos seguir brillando, en este diamante loco, en ésta vida de colores y transparencia que elegimos, vida de excesos, de felicidad. Sabemos que si lo queremos SIEMPRE podemos porque siempre pudimos hasta ahora… De repente sentimos que todo lo que compartimos va a ser de ahora en más algo mágico. Mi vida…SIEMPRE una constante película… haciendo de mis días algo único. Con nuestras creatividades, nuestras ocurrencias.
Salgo a la calle, BRILLANDO, sin ver a nadie pero cuando sentía que alguien pasaba a mi lado ALGO MÍNIMO podía ver, cuando se acercan los ilumino con luz y se hacen visibles. Yo les transmito a la mayor cantidad de gente posible mi luz. Mi rostro se va llenando de arrugas de a poco, y yo sigo acercándome a las personas para darles luz y más luz, y mi propósito, de repente, es encenderlos a todos, sin más. Dar mi luz está encendiendo una humanidad… poco a poco. Mi espíritu se está completando, transformándose en eso que debió ser, como si hubiese ganado ese nivel extenso y difícil de videojuego.
Los años me pasan físicamente según los acontecimientos y NO según el tiempo… (Nunca fue culpa del tiempo en verdad)…viví tanto en éstos pocos minutos que mi apariencia es la de una persona de 80 años. No se trata del tiempo sino de las vivencias, de la sabiduría… no son marcas de antigüedad sino del saber, son un orgullo. La luz salió de mi cuerpo y se transformó en toda una humanidad iluminada, tenía que hacer algo por el mundo y si hay algo que quería era ser al menos útil, recordada…ser una buena jugadora… un gran rival….un gran ejemplo. Y lo logré con dar mi brillo. Entonces mi cuerpo se eleva, me lleva al espacio…a otro universo.
Gané el nivel más difícil pero el juego todavía no terminó y nadie sabe cuándo va a terminar. Eso es lo entretenido de los juegos: La incertidumbre, la adrenalina… el momento exacto que está siendo vivido, Y NADA MÁS.
