martes, 23 de julio de 2013

El humo sobre la almohada.

Se sentó en la cama y se prendió un pucho, inhalando mucho más de lo normal. Mientras se rascaba la barba sonreía de costado y la miraba.
 Ella, belleza particular desparramada entre sábanas blancas, agarrando su mano, unida a El infinitamente.

 - Me encanta cómo fumás.
- Ah sí, ¿Y cómo fumo? - Su hablar era soberbio, siempre lo fue.-
- Lo agarrás firme, lo prendes despacio, lo inhalás decidido...y me mirás mirarte a medida que lo exhalás.
 - Siempre te miré mirarme. Y cuando no lo hacías...- pausó para recostarse más cerca de sus ojos.- ...me perdía un poco.
 - ¿A dónde te ibas?
- Ese lugar que te dije, ahí donde juzgan, enumeran, anotan, presionan. Ese lugar del cual me escapo cuando...eso...exacto, sí. Cuando hacés eso.


 Ella se reía rozándole los labios entre medio de varios besos.
 - ¿Qué es lo que hago?
- Es una sonrisa pero es distinta... Es como si me gritaras cariño, me lo gritás en la cara sin vergüenza, sin piedad ni preocupación.
 - Hace rato que me aburrí de ser invisible en una inamovilidad. No te vuelvas a ir, no te dejes diluir, si no te miro te pienso, te sostengo en mí... nunca te vas del eje, nunca se va mi mano de tu espalda subiendo y bajando...llena de electricidad. Las uniones inevitables tarde o temprano se asumen.
 - No, inevitable no. - La miro desde arriba, nuevamente.- usemos las palabras correctas.
 - Bueno, es verdad...se podría evitar - Se acercó a su pecho, le divertía sentirse vibrar en su latido...siempre agitado.- Pero eso no significa que aquello no pueda ser un error...los errores son evitables, aprender a distinguir a tiempo no es para cualquiera...es sólo para vulnerables, es sólo para gente que está acá...abajo...a ritmo. Mejor ni usemos palabras.
 - ¿Vos decís que perdí el ritmo? - Volvía a sonreír de costado, mientras apagaba el cigarrillo en aquel cenicero que esperaba, tranquilo, sobre la almohada, con un enorme cuidado. Como si entre sus manos hubiese mucho más que cenizas.
- No, vos estás acá, tan TAN acá...¿si este no es tu ritmo cuál va a ser? yo estoy muy convencida, y ya sé que vos también, y también sé que vos no.
 - ¿Yo también...o yo no?

 Ella le besó la frente, se vestía con delicadeza mientras lo miraba fijamente a los ojos...a esos ojos que...
- Vos también...Y... vos no.
 - Todo tiene que ser complicado para vos. -Se paró a besarle el hombro por detrás-.
 - No, no, para mí sola no, culpa de ambos. - Giró la cabeza para estar frente a frente - Culpables hasta más no poder...y de eso se trata todo esto, supongo.
El la miró durante unos minutos, Ella a El...los ojos, la boca, los ojos, la boca...todas las palabras se habían mezclado o habían perdido su valor. Sólo pudieron estar frente a frente, y unirse lentamente en esa culpa preciosa...llena de luz. El tenía la pupila un poco mojada y la lengua a punto de estallar:
- YO TAMBIÉN...yo también. Y sabés que no es fácil.
 - Es que todo esto tiene un valor que no lo podés etiquetar con nada...no podría ser fácil jamás. El precio por tenerlo todo... es muy alto.
- Y eso somos... 
- Y eso somos. Nunca se apagó tu cigarrillo...mirá el humo que no para de subir...mirá la densidad del aire ser tan armónica...
- Jamás los apago del todo, me encanta ver que pueden terminar de apagarse solos. Corroborarlo de vez en cuando es algo bastante necesario.
 - Lo necesario de ver...que algo externo no te necesita. Sos una paradoja hermosa.

 Ella apagó la luz de su velador, dió media vuelta y cerró sus ojos. Una sonrisa le había quedado marcada, y un sabor dulce en la mente no paraba de hacerle saber...que por fin lo entendía de una forma casi absoluta. Por fin entendía que jamás había que entenderlo. Le hacía acordar tanto al Amor.
El se acercó a sus oídos, le corrió un mechón de pelo, susurró...
- Me encanta cuando te apagás. 
Dió media vuelta hasta quedar sin distancia, hasta rozarse los labios entre sí. Acariciando sus mejillas mientras levemente lo unía lo más que podía.
- Me encanta cuando me encendés. 

El humo bailó.
El cigarrillo se apagó.
El...no lo vió.

2 comentarios:

  1. dejá de escaparle a tu pasado

    ResponderEliminar
  2. Escaparle? me da cosa preguntar por qué pensás eso, porque sería limitar el significado de lo que escribí, y me encanta que cada uno saque conclusión según lo que esté viviendo, puede variar (aunque en este caso no sé si tanto, pero también, siempre se puede variar.)

    Serás el mismo anónimo de siempre? por qué se mantienen anónimos? estúpidos y sensuales¿?

    ResponderEliminar