Desaparecen mis uñas por puros recuerdos
Presiono fuerte mis ojos de cangrejo y me debilito pensando
¿Quien se hará cargo de mis pecados soberbios?
Lo mismo que me enamora a la larga me va cansando
Si eres aquel que pone música para romper paredes
Por el simple hecho de no oír tus pensamientos...
Quiero que sepas que todos esperan que desenredes
Tu constante lucha de sentimientos.
Si miras unos ojos y ya son los faroles de tu vida
Si te mojas con agua de mar y te quema
Luego no grites cuando te sientas perdido
Y si te hablan de amores baratos no cambies de tema.
Cuando te vayas a dormir, te vas a acordar de mí, virgen querida
Y una lágrima dulce inundará tu mejilla de puros sentimientos
Cuando hables y los labios desconocidos se vuelvan como los míos carmesí
Vas a llorar y a sonreír al mismo tiempo, queriendo que vuelva, y no, a tu vida.
Y cuando ya no queden brazos en el aire
Acuérdate que mis pinzas jamás se cerraron
Y cuando tu brisa acaricie mi polera
Me acordaré de los besos que debajo se posaron
No vuelvas, tus manos no lograrán más que malas anécdotas
Hace rato que el pasado me parece la mejor opción
Debemos buscar otras metas
Pero créeme que hoy daría mi pluma y mi tintero
Por ver tus marrones con noche, y verdes con día de nuevo
La luz de la tarde, flores violetas, y campera de cuero
Abrazos vendidos en calles perturbadas
Sobreviviendo opiniones desubicadas
Nacidas en el valle del sombrero
Así le decían, pero casi nadie lo usaba
Era un barrio sin viento, sin sol, sin lluvia y con una bruja encantada
Que tras ver actitudes malignas en gente no mencionada
Ubicaba un sombrero negro en mentes nacidas con fuertes envidias
O alguna mente sin vida posada en la nada
Queriendo opinar sobre felicidades ajenas
Inventando parodias que salen con impulso de sus venas
Para luego quedar como una persona inferior aferrada a sus mentiras descontroladas.
Pero eso no nos afecta, virgen perfecta,
Soy un cangrejo maltrecho olvidado en caminos de tierra ya secos
Soy una especie que da miedo, y hace mal sin darse cuenta
A veces cierro mis pinzas por puro impulso y los gritos se vuelven ecos
Pero a veces observo y puedo abrazar gente sin problema
Y virgen, siempre te pones contenta, cuando te cuento mi lema
“Nunca olvidaremos lo que vivimos…
Mi caparazón guarda en el interior todos los posibles olvidos.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario