Ese calor de cuerpos agitados
Ese vaivén de sueños renaciendo de cenizas
Esa brisa de los últimos días de enero contados.
Y tu pelo pasando de mis dedos a oxígenos amontonados
Y tu voz jugando de izquierda a derecha.
Unos ojos observando la terrible sospecha
Que de los labios más anhelados
Cruzamos una línea estrecha
Y tan sólo permanecer me sabía a poco
Quería observar de cerca los poros de tus mejillas
Fue entonces cuando te conocí fuera de foco
Y olvidamos en ceniceros todas nuestras colillas
Nadie dijo que sea un pecado estar loco
La sangre se me acelera cuando aquello me desorienta
Y bajo la brisa de lluvia desgarrante
Me oculto en los brazos de un extraño amante
Que más que amante respira y me tienta
Y vuelve con su extraña dosis calmante
Porque sabe que sus cuerdas me ponen contenta.
Esto te lo digo porque callar me desorienta
Te lo escribe una fanática de tus gritos afinados
Y volviendo a temas pasados, tu sonrisa se me hace vieja
Presiento vidas anteriores, sentimientos olvidados
En un cuento de amor que nunca tuvo moraleja.
Lo que tu presencia produce es intolerable
No te permito tanto poder, no te permito mi completa atención
Y esa manía tuya de hacerme sentir en paz se me hace insoportable
Haciéndome olvidar absolutamente todos mis momentos de tensión
Y prestando tu fuerza a mi ser vulnerable
Aprovechándote de mi reprimida situación
Para mostrar tu piel tersa y amable
Ante los ángeles de mi intocable intuición
Aprovechándote de mi reprimida situación
Para mostrar tu piel tersa y amable
Ante los ángeles de mi intocable intuición
Esa costumbre de tratarme como oro
Esa mirada que divulga imaginación
Esas palabras que aunque evito repetir como un loro
Se meten en mis fibras de adicción
Reprimo mis sonrisas mientras de alegría lloro
Y bajo un árbol de caricias te presto mi ilusión.
Nos volvemos más brillantes si complementamos la pasión
Que crece en el campo minado de flores amarillas
Donde de vez en cuando observamos con emoción
Aunque mi meta fue acercarme a los poros de tus mejillas
Y olvidar en ceniceros todas las amargas colillas
Que reprime y regenera mi sagrado corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario